La FAMILIA
Mucha gente fantasea con la idea de una pequeña casita de campo en el Mediterráneo, una copa de vino bajo el sol…, en definitiva, la buena vida. Y al final, todo queda en un sueño. Nosotros también lo pensábamos, pero hace más o menos diez años nos dijimos: «Vamos a darle una oportunidad a este sueño, que no podamos decir que nunca lo intentamos».
Por esa época, Debbie llevaba 25 años de ajetreada carrera como productora en la televisión holandesa. Nuestros hijos, Sam y Roos, tenían 9 y 6 años por aquel entonces y eran verdaderos niños de Amsterdam. Sin embargo, había llegado el momento de saber si también seríamos felices con una vida diferente, más soleada.
Llegamos y nunca nos fuimos. Cada día, y esto no lo decimos solo por decirlo, disfrutamos enormemente de nuestra vida en Cataluña, y esperamos que tú también lo hagas. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para que así sea.